Cada minuto de su tiempo puede ser usado eficazmente para generar dinero jugando al poker, este es el pensamiento que se genera en la mente de cada jugador ganador.
Es algo complicado caer siempre en el mismo pensamiento ya que no deja disfrutar de otras actividades a pleno, esto por supuesto cuando no es muy ambicioso.
La ambición en el poker tambien puede llegar a afectar nuestro juicio a la hora de jugar el juego en si. Por ejemplo si uno es realmente ambicioso puede llegar a querer pagar aumentos grandes con manos mediocres, en vez de hacerlo solamente con manos monstruos.
Ejemplo: Tienes 55 y un tio apuesta all in, normalmente deberían retirarse (a no ser sepan que este tio es un maniaco) aunque nuestra ambición puede afectarnos a tal punto de querer pagar, solo para no desaprovechar esta posible oportunidad de duplicar nuestra fichas.
Cuidado, la ambición es un arma de doble hoja!
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